Colegiales, Buenos Aires
Colegiales es un barrio que ofrece numerosos contrastes y oportunidades. Hay grandes y altos edificios que van desde la estación Colegiales hasta la Av. Cabildo, con un movimiento de personas y tránsito de vehículos sobre sus avenidas que crece día a día, hasta recogerse en una zona residencial que recorre las avenidas De los Incas y El Cano, o un poco más allá, en un lugar de casas modestas y bajas.
El barrio es conocido en todo el mundo gracias al humorista Quino, que eligió este barrio para localizar su historieta Mafalda. Hoy existe, en las calles Condes y Concepción Arenal, la plaza "Mafalda", en honor a su autor.
Sus cafés eran frecuentados por "compadritos" y "malevos" de la época. Como una reliquia, aún se conserva el café "Argos" de Federico Lacroze y Álvarez Thomas, con sus mesas de billar.
El conocido y afamado escritor y periodista Ulises Petit de Murat fue vecino de este barrio. También lo fue el inventor de la birome Ladislao José Biró, que tuvo fama mundial.
No se pierda la oportunidad de pasear por las calles que fueron testigo de parte de la historia de la ciudad de Buenos Aires.
Principales atracciones:
CLUB DEPORTIVO Y SOCIAL COLEGIALES: club que solía estar siempre muy concurrido y donde cantaba, en otros tiempos, el "polaco" Goyeneche (Teodoro García 2860).
ASOCIACIÓN DE FOMENTO FEDERICO LACROZE: cumple funciones sociales y culturales, y su local es aprovechado también por otras instituciones, como el Ateneo Literario "Enrique Banchs" y la Junta de Estudios Históricos de Chacarita y Colegiales (Maure 3955).
CINE "LAS FAMILIAS": ubicado en Federico Lacroze y Cabildo, Las Familias fue el primer cine, y sus dueños eran los Anselmi, también dedicados a la actividad circense.
MERCADO DE LAS PULGAS: el Mercado de Dorrego se ha convertido, desde 1988, en un famoso Mercado de Pulgas. Es un gran galpón donde se pueden comprar desde objetos antiguos, muebles de todo tipo, lámparas y arañas, juegos de vasos, copas de cristal, collares africanos, porcelana, televisores, radios, máquinas de escribir, hasta vasijas de bronce y todo tipo de objetos inimaginables de hallar. Abre sus puertas diariamente (Álvarez Thomas y Dorrego).
